Se deshace la levadura en 8 cucharadas de agua tibia y se agrega la harina necesaria para hacer una pasta. Se forma una bola y se deja en un lugar cálido hasta que doble el volumen.
Se mezcla el resto de la harina con la sal y el azúcar. Se agregan los huevos batidos, las yemas, el agua de azahar, el cocimiento de anís, la raspadura de naranja, la manteca y la mantequilla. Se amasa bien y cuando esté suave se agrega la masa ya fermentada. Se amasa todo y se golpea.
Se unta de grasa la masa y se coloca en una cacerola, se cubre con un lienzo y se deja en lugar tibio de 6 a 12 horas (hasta que doble el tamaño). Se amasa de nuevo brevemente y se hacen bolas del tamaño que se quiera, que se colocan en una lata engrasada. Se adornan con trozos de masa en forma de huesos y lágrimas pegadas con huevo. Se cuece a horno caliente y poco antes de sacarlo del horno se pinta con yema de huevo. Se hornea un poco más.
Se saca del horno y se deja enfriar. Se espolvorea con azúcar.